Como si estuviera en el país de la
magia,
como una nota sin tono
sueñan los nombres
en la memoria.
¿Cómo descifro el juego sagrado en
el cuerpo?
Tomo consciencia de la locura de
los dioses,
del temblor en mi corazón
que al abrir el lugar de su
intimidad
(ese recinto hermético) se adentra
en lo que vaga afuera, para hacerlo
suyo
y ofrecérmelo.