miércoles, 2 de junio de 2010

Del secreto

Voces viejas me acompañan en todos los amaneceres. Aparecen junto a los pájaros matutinos. Son los visitantes infaltables que hacen lugar, que unen los pedacitos dispersos del delirio de la noche. Se han introducido en el aire turbio del despertar. Quedo pasmada por el reverbero de las sombras en la oscuridad y me parece que descifro el secreto de las cosas cuando dejo que mi boca se llene de nombres. Descubro en la intimidad de la pieza palabras dadas por perdidas. A medida que fluyen recupero mi mundo. Entonces, como las flores bajo el diluvio me recuesto plácida sobre mi almohada.




* de El filo de la grieta, Buenos Aires: Vinciguerra, 2012.

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